sábado, 7 de abril de 2012

La psicologia del caballo

La psicología del caballo debe tenerse muy en cuenta, tanto si se desea "montar" como se se desea "criar". El caballo posee una psique muy compleja y es necesario aprender a pensar como él si verdaderamente  se quieren entender las razones que impulsan al animal a reaccionar de determinada forma.
La actividad psíquica del caballo es el resultado de la interacción de distintos "impulsos".
-La percepción de los fenómenos externos y de las relaciones entre dichos fenómenos y las cosas, y entre las propias cosas; el instinto y la capacidad de aprender.

La percepción
Hemos visto que el caballo posee una vista particular y un oído y un olfato excelentes. El caballo cuenta también con dos importantes medios expresivos. uno sonoro y uno gestual. El relincho tiene dos tonalidades diferentes y puede tener una duración variable; variables son también el volumen y la intensidad. Sirve para comunicar todo tipo de mensajes. También la gestualidad tiene diversas posibilidades expresivas y aumenta con el paso del tiempo. Ello indica que el animal es capaz de aprender mediante la experiencia y de conservar en la memoria las nociones aprendidas para utilizarlas cuando sea necesario.

El instinto
El instinto o, mejor dicho los instintos, son ese conjunto de cualidades en el carácter que impulsan a los distintos individuos a comportamientos activos y reactivos, típico de cada especie animal. Algunos instintos, como el de autoconservación o el sexual, son comunes a la generalidad de los seres vivientes. Otros, en cambio, son manifestaciones particulares de una especie determinada.
Cuanto mayor sea la capacidad de aprendizaje y memorización de las nociones asimiladas, mayor será en el animal la "subjetividad" de sus comportamientos. Por ello, si se puede considerar esto como una primera forma de inteligencia, no podemos negarle al caballo, al igual que a otros mamíferos como el perro, el mono o el delfín, cierta inteligencia de especie y también una buena capacidad subjetiva. Sin embargo, el instinto sigue siendo en todo ser vivo, hombre incluido, la primera verdadera arma desde el nacimiento. Comprende también comportamientos que derivan de situaciones tal vez alejadas miles de años de la realidad en al que el ejemplar examinado vive su existencia. Piénsese en la "posición tripodal", que es esa particular postura erecta del caballo y de otros cuadrupedos que les permite dormir de pie alternando el peso sobre los miembros posteriores, descansandos por turno, apoyándose siempre en los anteriores. Ello se debe a que la única arma de defensa que ciertos herbívoros tienen contra los depredadores es la fuga. Bien, ello es hoy en día justificable para las cebras en la sabana, pero ya no lo es para el caballo, que desde hace cientos de años vive en cautividad y protegido por el hombre.
Sin embargo el instinto sigue impulsando a este noble animal a desconfiar de los lugares que no le son familiares y por tanto a tenderse únicamente en su box, donde si duerme cómodamente tendido. Ello nos demuestra que el aprendizaje puede modificar el instinto: en efecto, el caballo ha entendido ya que en la cuadra no hay peligros (¡salvo la llegada del jinete!) y por tanto modifica su comportamiento instintivo. Interesante instinto del caballo es el que lo hace curioso y desconfiado al mismo tiempo. En efecto quisiera aproximarse para conocer cualquier novedad, pero lo hace solo en lugares ya bien conocidos por él. En su ambiente el caballo se aproxima sin dificultades a cualquier persona que se presente, aunque sea desconocida; en cambio, en un lugar que no conoce, se muestra mucho más cauto y vacilante. Otro instinto primario de este animal es el de la emulación: si un caballo tiene miedo de algo, la mejor forma de que lo venza es hacerle ver que otros caballos no lo tienen. Ello se debe a que el caballo es un animal gregario, gusta de la compañía y sufre en soledad. Este es un dato muy importante en el que basar las observaciones sobre su psicología. Siempre es conveniente que también en la cuadra se le intente dar al caballo un compañero. Del mismo modo que en libertad siempre intenta permanecer en la manada, en cautividad está mas relajado si no vive solo. No solamente por la distracción que esto le supone, sino porque no se siente obligado a permanecer siempre alerta, confiándole la tarea de vigía también al compañero (o compañeros).
El caballo esta dotado de una excelente memoria: reconoce sin errores voces y sonidos y sabe demostrar confianza y afecto a quien le corresponde. Sin embargo, cuidado: también sabe pagar con igual moneda a quienes lo maltratan. por ello, estoy convencido de que la relación hombre-caballo se debe basar en amistad, confianza y persuasión y no en imposiciones de fuerza.
Un caballo tratado con confianza y amistad y apoyado en los momentos de abatimiento es un caballo seguro, fiable y voluntarioso. Un caballo tratado con frialdad y coaccionado está siempre dispuesto a la rebelión, desganado y nervioso.
Como animal social, el caballo crea una organización jerárquica basada en relaciones de dominio y sumisión, que aparecen clarisimas en las manadas que viven en las praderas, pero que se pueden observar también en los grupos ocasionalmente constituidos en un cercado (paddock). En efecto, en pocos minutos cada caballo ocupará su posición en el grupo: unos estarán mas orgullosos, otros mas tímidos, pero todos estarán siempre muy ligados entre si.

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