sábado, 2 de junio de 2012

Para estimular el ingenio

Observa más de cerca a las cosas que aparentan ser inconexas. Préstales más atención que la habitual y trata de encontrar en ellas similitudes, la idea es que puedas hallar en qué se parecen cosas que de primera impresión son distintas. Este tipo de práctica te servirá para estimularte a descubrir aspectos que habitualmente se descuidan. Además, es esencial desarrollar tal habilidad para utilizar con potencia y creatividad tu inteligencia.

Puedes comenzar con cosas muy simples, como objetos sencillos, animales, etc. Por ejemplo:

Si buscaras hallar las similitudes entre un caballo y un reloj, podrías enumerar...
  • ambos pertenecen al universo físico.
  • ambos se hallan en la Tierra.
  • ambos tienen una existencia limitada.
  • ambos marcan un ritmo, el caballo con el galope (o el corazón) y el reloj con el tic tac.
  • ambos tienen un dueño
  • etcétera.
Cuando vayas a realizar esta práctica, sólo acuérdate de hacer una lista lo más extensa posible con las respuestas que se te ocurran. No es necesario ser puntilloso, como habrás visto en el ejemplo. Esta práctica puedes hacerla prácticamente en cualquier situación de ocio y, aún siendo sencilla, es excelente para agudizar tu ingenio y tu capacidad de control de la atención.

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