miércoles, 23 de mayo de 2012
Un retazo de la Historia
En 1817, diferentes Ayuntamientos y numerosos ganaderos solicitaron al rey Fernando VII soluciones para el estado caótico en el que había quedado la cabaña equina tras la invasión francesa (1808-1814). la respuesta fue una Instrucción en la que se trataba de evitar la subida de precios del ganado mular que, además de utilizarse en la agricultura, se usaba también de tiro en los carruajes de lujo. la orden fue determinante. El padre Sarmiento y Arrieta y Manrueza señalaron que en España había 300.000 pares de mulas dedicadas a la agricultura y otros 300.000 pares que se empleaban en los coches, carruajes de caminos, arriería y mulas de paso, lo que hacia un millón doscientas mil cabezas infecundas.
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