sábado, 26 de enero de 2013

Entrevista a Álvaro Domecq

Entrevista a Álvaro Domecq Romero “Me he dado cuenta de que para poder criar, comercializar o domar un caballo hay que seleccionar mucho”
D. Álvaro Domecq es jinete, rejoneador, ganadero, maestro, fundador de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre e impulsor del PRE en España y en el mundo entero.

Lleva jinetes y caballos enseñados por él a varias olimpiadas y ahora está sembrando toda Europa con su experiencia y conocimientos. Sin lugar a dudas, actualmente, es el hombre más prestigioso de la Equitación española y uno de los más importantes del mundo.

Empecemos con los homenajes, ¿cuál ha sido el motivo del que le han dado en Viena recientemente? Viena es una maravilla. Es una Escuela que tiene más de 400 años y se llama Escuela Española de Viena. En el otoño del 74, yo vivía en la embajada española de Viena gracias al señor López Rodó quien era el embajador y muy amigo de mi padre. Yo me acuerdo cuando estuve allí de alumno y le decía al taxista Spanische Reitschule. Allí hay tanta categoría, tanta maravilla, primero por ese maravilloso picadero, segundo por la equitación que se practica, que los caballos tienen un gran rassembler, que parece que se van a parar, siempre están muy a compás. Es una equitación que yo cuando la veo la admiro, y es difícil de asumir. Para mí ha sido todo, porque he admirado mucho esa maravilla y me ha servido para la equitación. Las cosas que yo vi y aprendí allí me hicieron un jinete.

¿Cuál ha sido su participación en este homenaje?
He tenido la gran ilusión primero de entrar en ese picadero como jinete porque siempre lo había hecho como alumno; segundo entrar montado en un caballo español; tercero hacer un paso de dos con Ersnt Bachinger quien era jinete cuando yo era alumno y es un señor que lo sabe hacer todo en equitación: riendas largas, corvetas, cabriolas, de todo. Y después la categoría de la Escuela, la directora me ha tratado de maravilla. Y también poder enseñar en ese picadero lo que es un poco mi equitación, con caballos de mi hierro. Ha sido una emoción tremenda. Ha sido algo que no esperaba y fue muy emocionante.

D. Álvaro, usted ocupa un puesto relevante en esta Institución, ¿cuál es y en qué consiste? Me nombraron miembro del Consejo. Es una reunión que se hace todos los años donde se habla de los proyectos nuevos que allí tienen, y como la Escuela ha pasado de ser pública a ser parte privada, tienen muchas más cosas que hacer. También nos hemos reunido en otros países y se habla mucho de equitación con hay gente muy importante: jinetes de doma, ganaderos, empresarios,... y es para mí un honor formar parte de ello.

Sus caballos también han ido a Budapest ¿qué hacen allí?
En Budapest hay mucha afición. Había una gran Escuela de Equitación fundada en 1700 pero fue bombardeada en el año 45, no pasó como en Viena que Podhajsky pudo salvar los caballos gracias al general Paton, allí se hundieron, y hoy en día quieren recuperar esa Escuela. Creo que tienen ayuda de la Unión Europea, el sitio es muy bonito en el palacio de Pest, ellos vieron la ilusión mía cuando yo monté la carpa, y ellos están haciendo lo mismo, además necesitaban ejemplares que hicieran cosas y allí están mis caballos. Yo voy de vez en cuando para ver cómo siguen, les envío a algún jinete también. Pronto habrá una fundación importante, donde yo sólo he puesto un granito de arena para ayudarles.

Siguiendo con Europa, ¿usted qué relación tiene con los señores Kasselmann y Schockemöhle? Alemania es un sitio donde se puede aprender mucho y he tenido la suerte de que ellos han contado conmigo. Yo traje a mi casa unas yeguas de ellos para probar un cruce con el caballo español, porque estos señores con todo lo que pasó en las Olimpiadas con Invasor estaban muy interesados en la suspensión, en la cabeza de nuestro caballo, en su inteligencia. Yo tengo unos sementales muy buenos y hemos incluso criado algunos potros que son conocidos por la gente de la equitación. Además tienen una subasta muy importante donde un potro de mi hierro ya aparece en sus libros. Creo que ahí me va bien porque aprendo y me he dado cuenta de que para poder criar, comercializar o domar un caballo hay que seleccionar mucho y quiero seguir ahí en Alemania con los señores Kasselmann y Schockemöhle

Su infatigable búsqueda del caballo funcional le ha llevado a hacer cruces de nuestro PRE con otras razas, ¿qué resultados ha obtenido hasta ahora? Yo creo que los resultados son buenos, tengo algunos caballos y potras que se montan y creo que es una gran experiencia. Pienso que vamos a tener éxitos a nivel mundial y eso es importante. Yo siempre he buscado un buen semental y ahora tengo buenos potros de un buen semental en mi casa, pero también los tengo en el cruce con yeguas de origen que son buenas para la doma.

D. Álvaro, recientemente se ha desprendido de algunos ejemplares de su espectáculo, ¿cuáles tiene ya entre manos y en qué sobresalen en la doma? Yo tenía una colección de caballos fantásticos, pero lo más importante es que se los he ido enseñando a jinetes, ganaderos, gente que sabe de caballos y la verdad es que eran el no va más, porque hacían una buena Alta Escuela: levadas, corvetas,... Ha sido para mí una gran experiencia poderlos domar en mi casa y convertirlos en caballos de gran categoría, y esto me ha servido a mí para seleccionar a los sementales, a las yeguas,... El caballo español de esa categoría tiene hoy un gran mercado.

Hablando de doma D. Álvaro, ¿qué es lo más importante en nuestro caballo español? Al caballo español lo tenemos que tener en una puesta a punto fantástica: que el caballo esté galopando sin tener que ponerlo a galopar; que esté al paso sin tenerlo que empujar; y que esté con una impulsión tremenda. Lo más importante que tenemos que meter al caballo en la cabeza es la impulsión, y después todo lo que es doma, todo lo que es Alta Escuela. Mi padre siempre me decía "si haces algo mal, para y comienza de nuevo", es mi lema y es lo que le digo a mis jinetes, eso es muy importante en la Alta Escuela. Hoy yo lo aplico en el campo, en el Acoso y Derribo, en el Rejoneo, hay que exigirles su máxima expresión.

Y con respecto a los ejercicios, ¿con cuál disfruta más cuando adiestra a un caballo? La Alta Escuela es una maravilla. Yo soy un jinete que a mi edad todavía acoso pero a mí lo que me gusta es montar a los caballos que tengo en Alta Escuela, son ejemplares de los que no te cansas de montar porque tienen una impulsión de vida, y después todos los movimientos de Alta Escuela: poder hacer piaffe y passage con un caballo bueno me da una gran satisfacción. Y con respecto a los aires altos, yo aprendí mucho en la Escuela y después en mi casa donde siempre he tenido buenos caballos de levada, posada, corvetas de la que hemos aprendido a que el caballo haga todos los saltos que uno quiere, y el más espectacular que es la cabriola donde la base fundamental de ésta es el piaffe, el tierra a tierra para que el animal esté tan sometido que tú puedas levantarlo cuando te apetezca.

No le quiero poner en un compromiso para que no tenga que decir nombres de buenos jinetes de España, pero sí preguntarle, ¿cuánto tiene que tener un jinete de artista y cuánto de técnica?
La técnica es importantísima y para eso hay que aprender mucho. En España, yo creo que he hecho una labor importante con la maravilla de la Escuela de donde han salido grandes jinetes. A mí me gusta el arte, que es importante para el jinete. Hacer equitación con arte es una maravilla, y eso lo he recalcado mucho. Muchos jinetes que andan alrededor saben que aparte de ser buenos jinetes, deben ser artistas.

Preguntarle a usted sobre las bondades del PRE no sería novedad, pero sí que nos diga en qué se diferencia totalmente de otras razas. A mí, que he montado muchos caballos españoles, me encantan. Yo he tenido la suerte de criar bastantes caballos buenos, los he podido lucir rejoneando o en Alta Escuela. Todos estos ejemplares que yo tenía eran grandes artistas además de ser grandes caballos, y ahora tengo la suerte de tener un semental y un potro de una gran calidad. Si no tengo un buen semental prefiero dejar a la yegua vacía porque hoy un caballo cuesta mucho criarlo y después domarlo con la paciencia suficiente para que llegue a ser un gran caballo. Hay otros que prefieren los colores, diferentes capas, pero es importante que sea un buen caballo que tenga fuerza, que tenga inteligencia, que sea digno de montar porque yo creo que hoy el negocio del PRE está en la montura. Yo conozco grandes jinetes de Europa que montan al caballo español con gran placer.

Usted es la referencia del caballo en España, ¿cómo ve el panorama hípico actual? ¿qué pondría o qué quitaría? Veo que hay una gran afición. Te encuentras a gente que creías que no y se han convertido en grandes jinetes, gente que tienen en sus casas, en sus campos los caballos, y yo mismo me digo: ¡Qué gran afición hay! y eso es bueno porque se ve que el caballo español ha cundido y sobre todo en Europa donde hay muchas partes del mundo en la que encontrar caballos españoles, y eso es una maravillosa noticia para el caballo español y para todos los que estamos metidos en este mundo.
Por otra parte, siempre hay que quitar cosas, yo creo que los ganaderos hoy hemos criado demasiado y en lo que deberíamos centrarnos es en la súpercalidad. Yo prefiero tener tres o cuatro yeguas buenas que tener 20, y siempre seguir esa línea. Ahora tengo unos potros que ya tienen su destinatario si llegara el momento de venderlos porque estoy garantizando una calidad de caballo.

¿Qué propondría desde aquí a la ANCCE y a la RFHE que hicieran y que todavía no hacen? Hay gente muy importante en las dos, pero yo he tenido la gran suerte de que un caballo mío ha ido a las olimpiadas y eso es muy caro, y llegar hasta ahí que es muy difícil, por eso creo que la Federación se tendría que encargar de las ayudas. Y ANCCE debe ayudar a la calidad, como por ejemplo los depósitos de sementales que tenía Cría Caballar, aunque ellos ya tienen sus negocios, tendría que mantener esos depósitos de sementales de Écija, de Jerez, llenarlos de caballos buenos para que todos los ganaderos podamos beneficiarnos de un caballo de categoría.

También es presidente de la Asociación de Alta Escuela Española, ¿qué mensaje le enviaría a su Junta Directiva y a los asociados?
Que nos veamos en más ocasiones para poder hablar más, porque podemos tener distintos criterios y debemos unificarlos, fortalecerlos y convertir a la Alta Escuela Española en una disciplina que yo creo que tendrá mucho éxito.

¿Sin Baja Escuela puede haber Alta Escuela?
Es muy importante, eso lo he dicho siempre. Los principios del caballo son fundamentales. Hay que poner bien los principios para llegar a una buena Alta Escuela. De la primera doma del caballo tenemos que hablar mucho para que se haga pausadamente pero no parar.

Háblenos de su semental Embrujo.
Embrujo es un caballo que tuve en la Escuela desde potro y lo montó un buen jinete como es Ignacio Rambla y hacíamos el paso de cuatro que era casi un Gran Premio. Este caballo siempre ha tenido un buen paso, un buen trote, un trote largo estupendo, y un buen galope. Y me acuerdo cuando yo le preguntaba a los aficionados de Jerez cuando por todos los caballos de la Escuela y me decían: “Embrujo es el que más me gusta”. Yo me acuerdo de esa camada, Embroque también ha dado muy buenas crías. Después tuve a Invasor, Flamenco, todos eran caballos muy buenos pero Embrujo tenía unos riñones muy buenos, se le enseñó a hacer cabriolas y después estuvo mucho tiempo haciéndolas montado con José Gutiérrez. Es un caballo que tenía muy buena cabeza. Tuve la oportunidad de comprarlo en una subasta que hubo en la Escuela y ahora tengo la suerte de tener cuatro camadas y creo que es un caballo que me va a dar muchas alegrías, es un gran semental.

Algún consejo para quien empieza ahora a practicar la Equitación.
Primero, para mí es un gran placer el caballo, ir a una cacería de liebres a lomos de un buen caballo, el Acoso, el campo, y también todas las disciplinas que hay: el Salto, el Completo, pero la Doma es un placer porque tú le vas enseñando al caballo un compendio de cosas y después poderlas hacer con esa facilidad es como nadar en agua plana. Para mí la equitación es un placer y la inculco mucho. Hoy es uno de los deportes más atractivos

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